Vol. 27 Núm. 291 (2022)
Cambia... Todo cambia
En estos días, el Comité Olímpico Internacional (COI) devolvió las medallas de oro a Jim Thorpe, vencedor de las pruebas de pentatlón y decatlón en los JJ.OO. de Estocolmo de 1912. A Thorpe, quien murió en 1953, le despojaron los títulos al considerarlo tramposo, por transgredir las estrictas reglas del amateurismo en aquellos tiempos, ya que había cobrado algo de dinero jugando al béisbol en un equipo de las ligas menores. Durante años la comunidades de pueblos originarios a las que pertenecía el deportista, considerado en aquellos años como el mejor del mundo, lucharon por reivindicarlo ante tremenda injusticia. El acontecimiento revela uno de los tantos ejemplos de las enormes transformaciones que se han producido en esta última centuria.
Sin dudas que seremos testigos de enormes innovaciones de la mano del acceso masivo a la práctica, la popularización de la tecnología, las ciencias aplicadas, la profesionalización, la lucha por la igualdad de derechos y otros cambios sociales y culturales. A la vez discusiones, debates, quejas, esperanzas, disputas entre conservadores y progresistas, son todos los ingredientes que siempre hacen del deporte algo llamativo y convocante.
Por estos días se está llevando a cabo la Olimpíada de Ajedrez en Chennai, al sur de la India, con las participación de 350 equipos de 186 países y se compite en dos categorías: Abierta (sin distinción de género) y Mujeres. El evento ofrece un formato posible que deben reproducir todas las federaciones deportivas teniendo en cuenta a quienes hoy no tienen ninguna chance de acceder a los premios mayores que otorga el deporte y puedan optar por hacerlo, y a quienes quieran continuar compitiendo en una categoría protegida, también lo sigan haciendo. Una alternativa más justa y equitativa, superadora del modelo ancestral del deporte segregado, que no debería esperar 110 años para ser representada.
Tulio Guterman, Director - Agosto de 2022