Vol. 29 Núm. 312 (2024)
Orgullo nacional e inequidad global en el deporte
El éxito en el deporte tiene notable significación porque fomenta el orgullo nacional y la cohesión social. A la vez, impacta en la imagen internacional positiva porque los deportistas operan como embajadores, difundiendo valores asociados con su talento y su esfuerzo. Estos logros pueden inspirar a las nuevas generaciones a lograr sus sueños y así contribuir a la formación de más atletas de alto rendimiento. Incluso, muchas naciones utilizan los triunfos deportivos como herramienta eficaz para la diplomacia blanda al establecer vínculos de cooperación y fraternizar con otros.
Son motivos por los que los países más poderosos invierten mucho dinero en la formación de atletas y eso se verifica en los medalleros. En los Juegos Olímpicos prácticamente existe una casi coincidencia entre el poderío económico y el puesto que se obtiene. No es casualidad que Estados Unidos y China, las potencias hegemónicas de este siglo, han liderado en medallas obtenidas en los últimos eventos.
Pero no siempre las medallas provienen de la formación de los propios atletas. Países con más recursos ofrecen mejores incentivos económicos y beneficios financieros por cambiar de nacionalidad a deportistas nacidos en países con menor desarrollo económico. Muchos de estos países hacen enormes esfuerzos para sostener programas de formación de para el alto rendimiento, aunque finalmente en los podios ondearán otras banderas. No conseguir los apoyos necesarios lleva a los deportistas buscar nuevos horizontes que les brinden mejores oportunidades para destacar en la elite. En este contexto, en el fútbol existe al menos, obligación de pagar los derechos de formación y la mayoría de las federaciones deportivas internacionales poco aportan para revertir esta injusticia.
Tulio Guterman, Director - Mayo de 2024