Vol. 27 Núm. 293 (2022)
Fútbol, fiesta, pasión y negocios
Una vez más como cada cuatro años se festeja un mundial de fútbol y por primera vez, en un país árabe. Más allá de las críticas y cuestionamientos es un mes donde los acontecimientos nos mantienen en vilo, las emociones a flor de piel y las expectativas en su máxima intensidad.
Sería ingenuo imaginar que en Qatar se van a cambiar tradiciones milenarias a cambio de organizar un evento deportivo, y además la FIFA ya organizó mundiales de fútbol en el contexto de gobiernos autoritarios en las décadas del '30 y '70 del siglo pasado y nunca expresó alguna autocrítica al respecto, ni lo va a hacer. En este contexto, las asociaciones de países participantes y la FIFA obtienen ingresos millonarios, derivados de la enorme popularidad que alcanzó el fútbol a nivel mundial y de las empresas patrocinadoras que se benefician del evento para promocionar sus productos y servicios.
En un momento donde eventos de esta magnitud exceden lo que se juega en las canchas, se ponen en pausa los temas conflictivos, y además existe un evidente interés del poder político por asociarse al éxito deportivo, si esto ocurre. Sin dudas que el mundial de fútbol brindará una enorme felicidad a los integrantes del equipo triunfante y a toda una colorida y ruidosa nación que los acompaña, sin distinción de género, etnia o condición social. Algo que expresa, en un lenguaje universal, la metáfora de la sociedad contemporánea.
Tulio Guterman, Director - Octubre de 2022